Los pimientos del piquillo El Carrascal son conocidos por su elaboración totalmente artesanal. Se asan en un proceso totalmente artesanal para ser pelados a mano uno a uno y envasados en su propio jugo.
Una variedad única por su textura y sabor, que se cultiva con extremo mimo, sin química alguna y que obtiene su punto exacto de acidez únicamente del control del ph de la plantación.
En fábrica, el proceso absolutamente artesanal, continúa. Con extrema dedicación y delicadeza se seleccionan los pimientos, uno a uno. Se asan artesanalmente para que conserven todo su jugo. Y finalmente, se pelan y enlatan, también de forma manual.
Una extrema calidad con la que se han ganado, por derecho propio, figurar en las cartas de algunos de los mejores restaurantes con estrellas Michelin del país. Y de esta forma, que su fama trascienda nuestras fronteras para formar parte de los restaurantes y tiendas delicatesen de lugares tan dispares como Canadá, Reino Unido, Alemania o Panamá.
Nuestros pimientos del piquillo están cultivados en terrenos escogidos de la comarca del valle de Alagón, de uno en uno, asados de forma artesanal, pelados a mano y con semillas seleccionadas.
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