¿Quién no quiere lucir una piel bonita y joven? Cada día somos más conscientes de la importancia de mantener unos hábitos de vida saludables, y no sólo para mejorar nuestra propia salud, sino porque además es nuestro principal aliado para lucir una mejor dermis.
1. Ducharse con agua fría
Es un clásico de toda la vida, muy efectivo. El agua fría reactiva la circulación sanguínea, contrae los músculos y cierra los poros. Esto hace que la piel quede más tersa y mejore su aspecto. También va muy bien para el cabello: aumenta el brillo y previene la caída.
Pero es que además tiene otros múltiples beneficios: mejora el sistema inmunológico, linfático y nervioso; contribuye a disminuir la ansiedad y aumentar el buen humor y, además, ¡es el mejor método para despertarse con energía por la mañana!
2. Exfoliar la piel
Al eliminar las células muertas, la exfoliación previene la aparición de los temidos puntos negros. Además, también quita la suciedad y los restos de maquillaje difíciles de limpiar.
Los exfoliantes suavizan la textura de tu piel, haciendo que se vea más uniforme. Ideal para quienes tienen una textura rugosa, manchas, hiperpigmentación o cicatrices. Además, al quitar el exceso de impurezas, previene el acné y los granos resultado de los poros obstruidos.
A largo plazo, la exfoliación habitual estimula la síntesis de colágeno y por eso se le considera una forma de prevenir el envejecimiento prematuro.
3. Come a conciencia
Puedes invertir mucho dinero en cremas y tratamientos estéticos, pero nuevamente, si no te cuidas por dentro de nada servirá.
La piel debe ser hidratada también por dentro. Bebe al menos 8 vasos de agua al día, o más si haces ejercicio y actividades de esfuerzo. Tu piel lucirá más fresca y brillante, además ayudarás a eliminar las toxinas que ingerimos a diario.
Para tener una piel sana, hay que evitar los tóxicos que puedan sobrecargar los órganos de limpieza. También hay que evitar técnicas culinarias no saludables y eliminar alimentos que nos roban vitaminas y minerales necesarios para la renovación celular, como lácteos, harinas y azúcares refinados, grasas transformadas o alimentos procesados.
4. Nunca te vayas a la cama sin limpiar tu cara
Recuerda que a lo largo del día acumulamos bacterias, y si no las retiras podrían infectar tu piel o causarte granitos. Aun cuando no utilices maquillaje debes lavar tu cara antes de irte a la cama, y luego aplicar una crema hidratante que actúe mientras duermes.¡Sabemos que da mucha pereza, pero es de los pasos más importantes para mantener tu piel sana!
5. Relájate y descansa como es debido
Durante el sueño se producen de manera natural colágeno y elastina. La razón es que estas dos sustancias las segrega la hormona del crecimiento mientras duermes. Mejoran la firmeza y la elasticidad de la piel, y le dan un aspecto más joven.
Además, si hay algo asociado a la falta de descanso, es la aparición de bolsas y ojeras. Cuando duermes bien mejora la circulación y la piel se oxigena. De esta forma, consigues minimizar estos dos signos tan propios del cansancio. Al descansar se activan distintos mecanismos que protegen y regeneran tu piel. El resultado es un cutis más joven y con menos arrugas.
Inesperadamente interesante este post referente al tema de un buen envejecimiento.
Últimamente me estoy preocupando mucho más por cómo afecta la edad
a mi cuerpo. Ojalá ver más artículos así en Internet.
¡Muchas gracias!